21 de diciembre de 2023

¿Está sobrevalorada la música? Críticas a la falta de diversidad, comercialización y escasa innovación

 La posible sobrevaloración de la música es un tema que está resonando en el escenario musical actual. Uno de los puntos clave de discusión es la falta de diversidad de gustos, lo que sugiere que la concentración de la atención en un conjunto limitado de géneros y artistas podría estar afectando negativamente la percepción general de la música. La pregunta que es si estamos otorgando un valor desproporcionado a ciertos elementos, en detrimento de la esencia misma del arte sonoro. 

La comercialización, con su énfasis en la imagen de los artistas y la promoción de productos, se ha vuelto un elemento central en la industria musical. Esto ha llevado a preguntas sobre si la comercialización excesiva está eclipsando la verdadera esencia artística de la música y desviando la atención de la calidad musical en sí misma. Además, la cultura de la fama instantánea, fomentada por plataformas digitales y programas de talento, ha elevado a artistas a la prominencia en tiempo récord. Este fenómeno ha generado preocupaciones sobre la integridad artística, ya que algunos de estos artistas pueden carecer de la profundidad musical y creativa que se espera de figuras destacadas.

Desde una perspectiva técnica, la falta de innovación en la composición y producción musical también ha sido objeto de críticas. La repetición de fórmulas exitosas y la renuencia a explorar nuevos territorios son aspectos que algunos analistas consideran problemáticos para el desarrollo artístico en la música contemporánea. Para el consumidor, se destaca la importancia de una selección consciente de música, explorando más allá de las corrientes principales y respaldando a artistas que abogan por la autenticidad y la innovación.

En este contexto, algunos expertos sugieren que la sobrevaloración percibida de la música podría deberse a una falta de reconocimiento de otras formas de arte. Disciplinas como la pintura, la literatura y la danza a menudo no reciben la misma atención o valoración en comparación con la música, generando un desequilibrio en la apreciación de las expresiones artísticas.